IV
Dexo las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
non curo de sus ficciones,
que traen yerbas secretas
sus sabores.
Aquél sólo m'encomiendo,
Aquél sólo invoco yo
de verdad,
que en este mundo viviendo,
el mundo non conoció
su deidad.
Dejo las invocaciones de los famosos poetas y oradores; no me preocupo de sus ficciones, que traen envenenados sus sabores.
A Aquel sólo me encomiendo, a Aquel sólo invoco yo de verdad, Aquel que, cuando vivía en este mundo, nadie conoció su divinidad.
La estructura interna de las Coplas está dividida en tres partes, en concreto, esta copla pertenece a la primera parte (coplas I-XIV), que se caracteriza por la reflexión del poeta sobre la fugacidad de la vida y la inestabilidad de las cosas del mundo. La copla habla sobre la muerte, principalmente,sobre la búsqueda de Dios y de la fe en Él para salvarse después de la muerte. Manrique cuenta que no le importan los poetas famosos ni los oradores porque lo que dicen tiene varios sentidos y que el que verdaderamente importa es Dios porque es el único que tiene la verdad.
Externamente sigue la estructura común de todas sus coplas ,es decir, las llamadas estrofas manriqueñas ,formadas por dos sextinas de pie quebrado (8a, 8b,4c ,8d ,8e ,4f ,8d ,8e ,4f ).Combina versos octosílabos y tetrasílabos con rima consonante y al final con rima asonante. El ritmo es solemne y sereno, adecuado a la gravedad del asunto que se trata.
La función de las coplas es dar a entender ciertas situaciones y hacer lo adecuado en cada situación (función didáctica) y por tanto la conclusión que sacamos de este poema es que debemos hacer caso a Manrique y no dar importancia a las cosas de los famosos y sí dársela a la religión y a Dios.
Gonzalo García
No hay comentarios:
Publicar un comentario